Avanzar

Con el tiempo uno aprende muchas cosas:

Aprendí a ordenar, que la vida ya se ordena sola. Cuando ordenas, tiras, y cuando ordenas sobre todo guardas. Si tiras eliminas lo que no quieres en tu vida, y si guardas pones los recuerdos en el lugar que les corresponde en cada momento.

También aprendí a no hablar con la boca llena ni con la cabeza vacía; a decir la verdad; a despedirme, que es la única forma que existe de crecer; a comunicar, que no tiene nada que ver con hablar. Aprendí a callar, a que la vida es una lucha continua que siempre termina igual, pero no del mismo modo; a que la muerte sólo es peligrosa como actitud; a no tener más amigos de los que pudiese cuidar; a tener siempre como mínimo tantos problemas como los que pudiese resolver.

Aprendí que ser feliz no consiste en cumplir todos tus sueños, sino en exprimir al máximo la felicidad del que consigas alcanzar; que nadie es imprescindible, pero que todo el mundo es irreemplazable; que cuando se es joven, lo inteligente es arriesgarse. Que si lo haces lo mejor que sabes, puedes obtener un éxito o un fracaso, pero jamás un error. 

Aprendí a querer de verdad, querer mucho, sí, pero sobre todo querer bien. Querer sin herir ni hacer daño, o intentando provocar el mínimo dolor posible porque, como todo el mundo sabe, cuando agarras con fuerza algo tan delicado como un corazón, eres tú el que se va a hacer daño, sobre todo cuando lo sueltes...

Nuevo capítulo de "La mirada escarchada". Un muack gigante ♥

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